miércoles, 12 de agosto de 2020

CULTIVAR LA IMAGINACIÓN

Por: Elkin Bolaño Vásquez

Coordinador Educativo

Fundación BAT

 El énfasis que ronda en la sociedad en relación con la idea de “diversidad” supone la aceptación de lo diferente como elemento valioso que enriquece todos los aspectos de la vida. Ya no estamos obligados a seguir caminos, presunciones, dogmas, destinos que surgen como estructuras monolíticas que debemos aspirar a escalar para disfrutar de sus bondades cuando se alcance su cima.

Para aceptar la diversidad es necesario reconocernos como diferentes, no en el sentido de convertirnos en extraños para lo demás, sino como parte vital del engranaje social en el que interactuamos, sea como soporte de una familia, como parte sustantiva del contexto laboral o como miembro en el círculo de amigos. En cada uno de estos espacios evidenciamos la diferencia y la aceptamos como natural, pero todo lo que ronda por fuera lo descartamos por la poca importancia que le atribuimos. Y es precisamente afuera donde la diversidad deambula con su riqueza de puntos de vista y de experiencias, que fungen como invitaciones para discernir sobre lo que parece que somos o para agudizar la mirada en la búsqueda de un querer ser que se consolidan en la búsqueda de valores trascendentales para la vida.

Imaginar lo distinto, tanto para sí mismo como para el colectivo social es, en el mejor de los casos, inclinarse por la idealización de algo que se concibe como mejor, en la peor de las opciones, como la angustia por la posibilidad de materialización de nuestros temores más profundos. Idealización y angustia alimentan el debate sobre la función social de una imaginación que va mucho más allá del uso que le dan el arte y la ciencia. Imaginar según la idealización o la angustia entraña la necesidad de algo “distinto” con la expectativa de encontrar algo mejor, es decir, la imaginación se preocupa por el cambio sin importar la causa que lo impulse.

La preocupación no surge solamente por padecimientos negativos. Si la preocupación profesa lealtad al cambio, entonces su etapa de juzgamiento permite el desarrollo de diversas versiones sobre un mismo asunto y, por tanto, ayuda a dosificar las respuestas del comportamiento impulsivo. He aquí la clave de la trascendencia de la imaginación para la vida, pues la oportuna y coherente dosificación de nuestras objeciones y convicciones supone reconocer el valor de lo “distinto” como prerrequisito de la riqueza afectiva y comprensiva de la vida.

En este sentido, la dosificación impulsada por la imaginación se manifiesta como una acción humanizadora porque reconoce los contextos en los que surgen y fluyen los conflictos que no son, obligatoriamente, el resultado de intenciones particulares. Si hay algo que debemos a la cultura es el hecho que nos enseña a aceptar como natural algunas formas de enfrentar las vicisitudes de la vida, influenciando y contagiando razonamientos que reproducimos de manera espontánea, condicionando y elevando a dogma determinados tipos aspiraciones, deseos, esperanzas y temores. Pero sólo a través de la imaginación puede reconocerse que los condicionamientos culturales pueden enfrentarse para introducir nuevos objetivos y expectativas.

Emprender la tarea del cultivo de la imaginación, que va más allá del arte y de la ciencia, e impulsarla como herramienta de uso cotidiano, obliga a identificar que su modo de actuación aflora a partir de preocupaciones que tienden a cambios que pueden filtrarse en las convicciones más cristalizadas porque aprende a dosificar su impulso de respuesta, porque reconoce que en el aprendizaje social existe el inevitable contagio de ideas y creencias que hay que enfrentar críticamente, porque se inmiscuye en las complejidades humanas para avizorar comprensiones que están vedadas por las costumbres y las instituciones. En otras palabras, cultivar la imaginación permite visualizar un mundo ideal con la esperanza de entretejer mejoras posibles.

Enriquecer la vida humana depende de reconocer, explorar y comprender lo distinto.

¿Cómo contribuye la imaginación en esta riqueza?

10 comentarios:

  1. Excelente reflexión en las diferencias está el sentido de la vida.

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  2. Gracias profesor Elkin Bolaño un contexto excelente.
    La imaginación logra enriquecer nuestros sentidos en el diario vivir de nuestra existencia.

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  3. Con la imaginación nos ayuda a volar nuestros sueños.

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  4. El respeto a la diferencia,es la clave de la convivencia.

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  5. En lo diverso, lo diferente esta la sustancia propia de la cultura en cualquier contexto

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  6. Aclarando que el respeto y el reconocimiento por otro son acciones convergentes aunque la complejidad del colectivo humano por sus acciones o decisiones generen temores tanto así que existe la multiculturalidad

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  7. Cordial saludo,
    Muy pertinente este artículo para nuestra sociedad colombiana. La imaginación aporta a enriquecer nuestra vida tanto individual cómo colectiva, ya que nos permite visualizar alternativas al desarrollo, donde se fortalezcan las dimensiones y funciones de la cultura, salvaguardando el patrimonio y transformando nuestra identidad, reconociendo nuestra herencia y acoplando organicamente los cambios culturales que trae la tecnología y la globalización.

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  8. Si la diversidad en el arte .Es solo mirar el desarrollo de la sociedad y tratar de presentar esos hechos de la mejor manera para dar o representar esos sucesos como bien o como mejor .Utilizando los materiales que se den a nuestro entorno y sin necesidad de copiar solo innovar de la mejor manera y ojalá. El observante se interese por el mejorar .Sería que estos mensajes sean los mejores pero eso no es frecuente en nuestra sociedad.
    Buen día maestro Bolaños y a todos los que leen estos comentarios.
    HERNANDO ZAMBRANO, Desde ONDE EMPIESA COLMBIA NARIÑO.

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  9. Como lo sugiere Elkin Bolaños Velásquez en su comentario acerca del ser humano cuando recuerda que: Para aceptar la diversidad es necesario reconocernos como diferentes, no en el sentido de convertirnos en extraños para lo demás, sino como parte vital del engranaje social en el que interactuamos. Y NUESTRO DIOS QUIERE QUE A SI SEA.

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  10. La imaginación nos ayuda a forjar nuestros sueños, lo tangible e intangible lo fusionamos en nuestra realidad.

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