Por: Elkin Bolaño Vásquez
Coordinador educativo.
Fundación BAT
En un artículo anterior
analicé distintos aspectos de la palabra artista, donde mencionaba las trampas
de autosuficiencia que surgen desde las vanguardias artísticas, el antagonismo
entre la idea y el oficio, y pretensión abarcadora de poder usar cualquier
medio de elaboración sin conocerlo y sólo pagando a alguien más. Esta
descripción me permite plantear la siguiente pregunta ¿es la definición de
artista una forma de construir un fetiche?
Lo primero que se debe
aclarar es que el fetiche abarca muchos más aspectos que la sexualidad. En su
libro El sublime objeto de la ideología, Slavoj Zizek explica, que un
fetiche es todo aquello a lo que se le atribuye cualidades que no tiene y por
las cuales se valora su uso, creando significados colectivos que circulan y se
atribuyen libremente que, en el este caso de la definición de artista, supone
algo más que una función social.
Si observamos el mundo del
arte y sus distintos roles, podremos notar que sus definiciones suponen tipos
de adaptación que ya no se limitan a la interacción entre personas, sino que
adquiere más importancia la relación con los objetos artísticos y las
circunstancias que las vinculan. Por ello, los artistas ya no están
definidos por la destreza, la observación y la síntesis reflexiva, sino que sus
roles se establecen por aspectos extra-artísticos que, en casos extremos,
pueden alcanzar la idolatría o la estigmatización.
Otro aspecto a considerar
para establecer si el uso de la palabra artista supone la elaboración de un
fetiche, lo podemos encontrar en el libro Prosaica I, de Katya
Mandoki, donde sostiene que la estética tiene “un papel primordial en la
construcción y presentación de las identidades sociales”, porque crea
significados que dan coherencia y adhesión en las comunidades, estableciendo
las funciones y alcances que tienen los oficios, especialmente los que están
por fuera de la solución de necesidades básicas.
En tal sentido, la
estética permite al ser humano atribuir significados a los objetos según las
funciones que cumplen que, en el caso del arte, supone la afectación de
procesos cognitivos en los que se relacionan las emociones y la razón. Esto
explica, según Mandoki, que el animismo que se atribuye a las culturas
primitivas, es un recurso del que todos disponemos y usamos actualmente, porque
en nuestras conversaciones diarias, otorgamos características antropomorfas a
las cosas, adjudicándose cualidades humanas sin darnos cuenta. El ejemplo más
recurrente en el arte, es cuando tenemos alguna atracción especial hacia una
obra porque “parece que nos hablara”.
Tal antropomorfización, es
un efecto del lenguaje, similar a la forma como se usa el fetiche de manera
diaria. Efecto del lenguaje que, según Mandoki, es imposible evitar, pero que
no se debe confundir con hechos de la realidad porque, tanto el animismo como
el fetiche no son modos de ser, sino modos de hablar que disfrazan hechos de la
realidad.
En tal sentido, disfrazar,
crear, denunciar o mostrar la crudeza de fragmentos de realidad que pueden
sustraer los artistas para descontextualizarlos y proponer otros enfoques de
comprensión son estrategias artísticas de indudable valor semántico que no se
deben confundir con la definición de la palabra artista, debido a algunas de
ellas se presentan narcisistas y autosuficientes. “Arte es lo que hacen los
artistas, el problema es saber quién es artista”.
La primera parte de tal
definición supone que un artista puede surgir sin haber creado arte. Primero el
artista y luego el arte, como si este último no fuera el resultado de un
proceso que se gesta durante largos periodos de tiempo que terminan por validar
la atribución de este adjetivo a una persona. La segunda parte parece otorgar
poder de nombramiento, de otorgar tal categoría sin saber, a ciencia cierta, cuáles
son los criterios para ello.
Hasta aquí,
parece que la palabra artista es un modo de construir fetiches. Pero no todo lo
referente al fetiche es negativo, debido a que cumple una función vital en la
vida cotidiana porque nos obliga a esforzarnos para cumplir con sus
expectativas. El fetiche, al fin de cuentas, permite pertenecer y el artista
intenta hacer lo necesario para alcanzar el reconocimiento que promete el mundo
del arte. Pero hacer lo necesario no es lo mismo que hacer arte y en un
segmento del arte contemporáneo es evidente. En consecuencia, existe arte sin
artistas al tiempo que existen artistas sin arte.
Profe Elkin, el artista debe complementarse como un ser integral en todo personal y profesional. El valor para el trabajo propio, nos permite no subvalorarnos y el ego no debe sobrepasar los limites y menospreciar a otros. Un artista debe tener algo claro, si la creatividad no llega a los ojos de las personas, sino a las modas "Estamos perdidos" se debe conservar aquel trabajo manual que nos hace diferentes y es un sello o huella digital que nos identifica de los múltiples trabajos con otros. La vida personal no hace parte del artista... pero si queremos llegar lejos, nuestra vida personal da un giro hacia el ojo publico. Por tanto, debemos ser humanos y artistas y dejar esa huella, que permite mostrar el lado humano que poseemos "ejemplo" para el mundo.
ResponderBorrarBuenos días. Sobre el tema en discusión ¿Qué hacen Los Artistas? . primero se debe estudiar o ser mas concreto con el termino Artista y saber cual es la tendencia a la que pertenece el artista y en cual esta soportado o fundamentado esa cualidad, 4eexisten artistas en la música, el teatro, las artes visuales, la fotografía y la mas novedosa el cine. a todos estos integrantes se les llama artistas por las capacidades histriónicas que ponen a la palestra publica. y con el tiempo y su dedicación van adquiriendo un estatus de maestros en el arte o sea, van adquiriendo el apelativo a su dedicación el adjetivo de artistas. la historia ha sido muy latente y demostradora de expresar una realidad, anuqué se atemporal o no este en
ResponderBorrarla concordancia tiempo y espacio, pero en el fin de su perseverancia y altruismo que le dio es vitalicia entrega la misma historia y la misma humanidad le deuda el ponderoso apelativo de artista. y sellado entra a los paneles de esa misma historia, sin la necesidad de bajar a construir un despectivo fetiche, sin estar entre sus propuesta como artista visual. la degeneración contemporánea se ha dado el gusto de tomar las riendas del arte cualquiera sea la tendencia a darle un sentido humanizante de respetar los derechos individuales, sin mirar los destrozos que le hacen a los deberes y olvidan que el fundamento y la piedra de los derechos individuales o humanos deben estar soportados y bien puesto sobre los deberes. Los verdaderos artistas siempre tendrán a la providencia como su aliado que le retribuya sus propios frutos. la benevolente historia se ha encargado de llegar a tiempo en sus propinaciones sobre el tema, que para unos ha sido el golpe bajo a su desatinad prudencia de detractores de privilegios terrenales olvidando que en el cielo primero se diseña lo que en la tierra debe construir. Ejemplos lucidos y palpitantes han sido puestos en la palestra de la historia Universal del arte.
Este articulo demuestra el nivel de arquetipos que maneja una sociedad en la que el artista no tiene derecho a sentirse orgulloso de ser quien es porque es catalogado en esa posición como una fetichizarían de su profesión.
ResponderBorrarDebido a el surgimiento de conceptos vanguardistas y escuelas que le dieron un vuelco total al concepto de que es arte y de que se entiende por ser artista...la discusión relativista de que es arte y que no lo es, pertenece al ámbito paralelo de que es lo bello y que no lo es,o por ejemplo como tratar a lo sensual sin entrar en lo pornográfico estas son líneas demasiado delgadas que obedecen estrictamente a la educación de quien como espectador admira o repudia una obra de arte.
Salvador Daly el gran representante del surrealismo enuncio en su libro "Diario de un genio" para llegar a ser genio primero hay que pensar que lo eres, pará llegar a cero artista la pasión por esta forma de vida es la base para que el arte tenga validez tanto por la obra como por aquel que la elabora ¿ser artista o creer ser artista es fetichismo? Me parece un juicio demasiado racero en injusto con quienes nos hemos dedicado toda la vida a defender nuestro oficio por medio no solo un discurso que lo valida si no de una obra que lo ratifica frente a los espectadores que conocen el recorrido artistico y cultural de un artista local que durante toda su vida a defendido su derecho a expresarse independiente de las criticas o de quienes consideran que sus obras no son arte ?
Acaso el hecho de que no me agrade Botero o que deteste a Picasso por ejemplo van anular el papel en la historia del arte de estos dos personajes?¿al generar un fetiche debemos esforzarnos para creerlo y hacerlo creer a los demás?....que clase de estúpido artista tiene que convencer a los demás de su vocación cuando el primero que debe tenerlo claro es el, él artista que vive de lo que dicen los demás y de la aprobación de los demás para generar arte no es un artista si no un bufón de circo sin carácter ni criterio, un soberano estúpido