Por: Elkin Bolaño Vásquez
Fundación BAT Colombia
Un
letrero en la entrada de un museo decía: Tu voz es valiosa, pero aquí
puede ser tu propio verdugo. En una exposición de arte
contemporáneo donde se mezclaban video arte, sensores de sonido y algoritmos
que interpretaban las frecuencias de las voces, se activaban mecanismos que
reproducían imágenes y sonidos de torturas, llantos, lamentos y gritos de personas
que cuando hablaron, hicieron comentarios que fueron humillantes, hirientes o
pretenciosos. Al parecer, la puesta en escena de esta obra suponía recolectar
una base de datos de ondas sonoras producidas por palabras u oraciones que
llevaban implícitos pensamientos negativos a fin de determinar el castigo
correspondiente. Arriesgarse a entrar la sala después de semejante advertencia,
implicaba descubrir cuál era el comportamiento más seguro para disfrutar de tan
curiosa exhibición.
La exposición fue un
éxito, y aun cuando la mayoría de los visitantes permanecía en silencio o hacía
comentarios efusivos y amables, entraron algunas personas que fueron
expresamente a activar y llevar al extremo todos los escarmientos programados.
Aparte del público que vivió una experiencia desagradable por cuenta de los
saboteadores, en general la gente manifestó que su estado de ánimo había
cambiado sustancialmente, pues al terminar el recorrido salieron más sonrientes
y optimistas, se sentían más creativos y desinhibidos.
Tu voz: entre el éxito y
el fracaso,
título de esta propuesta artística, parte de la idea que formula que el modo
como decimos las cosas definen nuestros deseos, intereses e intenciones, es
decir, el uso constante de determinadas expresiones pone de manifiesto si los
propósitos más íntimos son coincidentes con la prosperidad de otras personas o
sólo procuran el beneficio personal.
Experimentos de
neuropsicología demuestran que las palabras más recurrentemente de nuestras
conversaciones no son usadas por su significado explicito, sino porque las
tenemos adoctrinadas con emociones muy específicas, es decir, la manera como
relatamos las cosas delatan los sentimientos que dan dirección a nuestras
vidas. Por ello, la importancia de saber si en nuestra voz predominan las
emociones positivas o los pensamientos negativos. Si no lo sabemos, observemos
por un momento. Cuando hablamos y sentimos que las personas están interesadas,
no es por el tema que tratamos, sino por las emociones positivas que las
acompañan. Por el contrario, si notamos indiferencia e incomodidad no es porque
no sea interesante, sino porque se rechazan los pensamientos negativos que
están presentes. En ambos casos la voz necesita de una evolución. El primero
requiere adaptarse e incorporar formas de expresión que sean de fácil
reconocimiento para proponer diálogos, inquietudes y compresiones. El segundo
demanda mayor esfuerzo, porque exige apropiarse de palabras que puedan cambiar
la dinámica de los pensamientos negativos. Palabras y significados que
transformen nuestros hábitos y cambien la fisionomía del rostro.
Un cerebro acostumbrado a
mensajes denigrantes, a expresiones insultantes necesita de válvulas de escape
para descontaminar las funciones vitales del cuerpo. El cerebro cuando se
siente abrumado por la tormenta química que producen los sentimientos
negativos, manda mensajes de alerta a diferentes partes del cuerpo. Las líneas
de expresión del rostro son el primer campo de batalla, pues acentúa las
existentes mientras aparecen otras nuevas. Un rostro envejecido prematuramente,
es la manifestación neurológica de un exceso de estrés y negatividad. Si este
no es un llamado de atención eficiente comienzan a aparecer dolores en el
cuello, la espalda, los lumbares y en casos extremos se afectan órganos
internos como el colon, el estómago, los riñones y en general todo el sistema
inmunológico.
Los pensamientos negativos
acompañados de palabras hirientes y degradantes pueden transformar tus células
sanas en organismos cancerosos. Si consideramos este análisis en el marco de
las artes que tienen como tema central en conflicto armado en Colombia
¿Cuáles serían las características de un arte
que explore la reconciliación como proceso necesario en el posconflicto?