Elkin
Bolaño Vásquez
Fundación
BAT
En los distintos enfoques
que se han presentado en este blog he insistido que para comprender ampliamente
las circunstancias que permiten el desarrollo o la limitación del arte en una
sociedad debe tenerse en cuenta, al menos, tres aspectos: el proceso artístico,
la promoción cultural y la apreciación. Clasificación que permite conocer a
cada una en sus particularidades, pero es más importante las múltiples
relaciones que se dan entre ellos. Además, he propuesto esquemáticamente que el
arte popular no tendría que ser identificado como un antagonista del arte
consagrado y contemporáneo, sino que tiene la valiosa virtud de ser el punto de
acceso a un puente que se puede extenderse hacia ellos. La mayor virtud del
arte popular es que se muestra cercano y atractivo al público que es ajeno a
exposiciones artísticas, que ofrece otros enfoques de las identidades
regionales a los más informados y propone análisis contextuales y comparativos
a los especialistas, es decir, el arte popular se configura en un impulso para
desarrollar la conciencia estética necesaria para un país, que tiene
convulsiones sociales, como el nuestro.
En esta misma perspectiva se
reconoce la relación arte, artista y vida cotidiana como una red de
dependencias que exigen a la voluntad artística sustraerse de los embates de la
existencia para visualizar puntos de encuentro y desacuerdo que requieran de
otras inflexiones de interpretación. Esfuerzo que no es suficiente y que no
colma los requerimientos sociales sino no se apoya en aquellos que dibujan
alternativas para que el arte penetre y toque el nervio más sensible del ser
humano. Sin que suponga una idea romántica en la que el arte promocionado por
instituciones y gestores culturales tiene una influencia directa e inmediata en
sus espectadores, esta labor mancomunada abre perspectivas que para cada cual
resultarían insospechadas y por tanto abre un mayor espectro de posibilidades
para que distintos públicos descubran sus propias formas de apreciación. Otro
tanto sucede con las relaciones artista-público, arte-público,
instituciones-público, artista-comprador, arte-mercado, instituciones-premios (subvenciones),
artista-academia, arte-academia, instituciones-academia, publico-mercado,
publico-academia, academia-mercado.
Entre los tres aspectos
iniciales y las relaciones que se derivan de los doce binomios mencionados
anteriormente, se estructura un inabarcable desarrollo de conocimientos que aún
no tienen la necesidad de explicar cuál es el valor social del arte o ahondar
en la siguiente pregunta: ¿cuáles son sus funciones? Individualmente, a todas
estas relaciones, no puede exigírseles que la respondan, pero para responderla
se necesita de la comprensión de todas ellas. Explicar las funciones
psicológicas, cognitivas, evolutivas, enunciativas, analíticas, sociales,
políticas, económicas e históricas del arte, exige un ramillete de
conocimientos que están dispersos en las distintas y cada vez más variadas
ciencias. Esta sobredimensionada y poderosa caja de saberes, explica la
imperiosa necesidad de las redes solidarias, de la infraestructura, de la
didáctica y la creatividad, de la gestión, de la academia, de la vocación que
requiere el arte para mostrar, a todos los que están por fuera de sus círculos,
su importancia social.
¿Te has percatado de cuál es
el sentimiento que más impulsa tu voluntad artística y en cuál se transforma
para alcanzar la fluidez de horas y horas de trabajo? ¿Reconoces cuál es la
idea más recurrente en tu mente, el sentimiento que se asocia a ella, de qué
manera la transformas o por qué insistes en la misma perspectiva? Sí tu rutina
te satisface ¿cómo se la expresas al mundo? En caso contrario ¿qué haces para
transformarla? ¿Piensas en imágenes, en palabras, en sonidos, en colores, en
planeación, en dinero, en conversaciones, en pedir ayuda cuando te enfrentas a
una circunstancia nueva? ¿Cuándo te sientes atorado en aquella idea
persistente, indomable y quejumbrosa prefieres meditarlo en espacios nuevos o
diferentes, buscas distracciones, conversaciones, consejo? Si bien estas
preguntas son comparables a una encuesta psicológica, son el tipo de
cuestionamiento que permite visualizar la importancia del arte para el
individuo y que es posible transpolar a la sociedad.
Si se reconoce que el arte es
una caja de saberes que amplía su espacio para nuevas informaciones, relaciones
y perspectivas interpretativas, entonces es oportuno insistir en que el arte
popular es el acceso idóneo para formular y transitar por todos los puentes que
se requieran extender para explicar su función social.
¿EN
ALGUNA DE LAS PREGUNTAS EXPUESTAS RECONOCES LA POSIBILIDAD DE EXTENDER UN
PUENTE, CUÁL Y POR QUÉ?
¡TUS
APRECIACIONES SON IMPORTANTES PARA DESENMARAÑAR ESTA RED DE RELACIONES!